Reseña realizada por ROBERT GARCIA
TITULO ORIGINAL: Lo strano vizio della Signora Wardh
TITULO EN ESPAÑA: La perversa señora Ward
IMDB: Pinchar aquí
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1971
DIRECTOR: Sergio Martino
REPARTO: George Hilton (George Corro)
Edwige Fenech (Julie Wardh)
Conchita Airoldi (Carol Brandt)
Manuel Gil (Dr. Harbe)
Carlo Alighiero (Comisario)
Ivan Rassimov (Jean)
Alberto de Mendoza (Neil Wardh)
EDICIONES ESPAÑOLAS EN VÍDEO: Vídeo M-30 y Major Vídeo
EDICIONES ESPAÑOLAS EN DVD: -----
SINOPSIS: Julie y su marido Neil regresan a Viena después de pasar unos intensos días de trabajo en Estados Unidos, al llegar a la ciudad oyen noticias de que un psicópata está aterrorizando la ciudad habiendo asesinado a diversas jovencitas de un modo brutal, usando una navaja de afeitar. El trabajo hace que Neil se tenga que ausentar del domicilio bastantes horas y Julie vive atormentada por los recuerdos del pasado y de una relación con un joven llamado Jean que la poseía y sometía a actos con cierto aire sadomasoquista…
COMENTARIO:Primera incursión en el giallo de Sergio Martino, quien dirigiría un total de cinco títulos dentro del género en los siguientes años. A La perversa señora Ward (1971) le siguieron “La cola del escorpión” (La coda dello scorpione – 1971), “Todos los colores de la oscuridad” (Tutti i colori del buio – 1972), “Vicios prohibidos” (Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave – 1972) y “Torso, violencia carnal” (I corpi presentano tracce di violenza carnale – 1973).
Co-producción entre Italia y España, con guion escrito entre Ernesto Gastaldi y el propio Martino, y con un reparto que encabezan Edwige Fenech y George Hilton, pero otros actores interpretan personajes con mucho peso en la trama como Alberto de Mendoza, Ivan Rassimov y Conchita Airoldi.
La película comienza fuerte y directa al grano, y en el primer minuto ya tenemos un asesinato. En la escena un tipo con navaja de afeitar en mano degüella a una joven prostituta. Tras ello comenzamos a conocer a nuestros protagonistas, Edwige Fenech es la señora Julie Ward a la que alude el título, y está casada con Neil (Alberto de Mendoza), ella no es feliz del todo con el matrimonio, Neil ya no es el hombre con el que contrajo matrimonio y siempre anda de negocios y preocupado por las finanzas. La pareja regresa a Roma, su ciudad natal, y en los primeros minutos de esta estancia comprobamos como Julie tiene visiones y sueños con Jean (Ivan Rassimov), su anterior pareja, con la que vivió una relación tormentosa debido a los gustos sexuales de aquel, que la maltrataba física y psíquicamente.
Una noche en una fiesta Julie conoce a George (George Hilton), primo de su amiga Carol, un joven apuesto que acaba de heredar una fortuna. George se interesa por Julie y empieza a cortejarla y agasajarla, y aunque ella en un principio es contraria a liarse con él, al final accede iniciando una relación con este. Mientras tanto, la señora Ward ha estado recibiendo flores acompañadas de notas. Como curiosidad, en una de esas notas se puede leer la frase “Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave”, algo así como “Tu vicio es una habitación cerrada y solo yo tengo la llave”, frase que daría título a uno de los siguientes gialli de Martino (Vicios prohibidos en nuestro país).
Los asesinatos de jóvenes mujeres siguen sucediéndose en la ciudad, y Julie recibe una llamada telefónica en la que le piden una suma de dinero, su amiga Carol se ofrece para verse las caras con el chantajista y pagarle. Hasta llegar a un final con diversos giros de guion tendremos más crímenes, descubriremos pactos entre distintos personajes y no faltara la intervención e investigación policial de turno. Los últimos treinta minutos son los mejores de la cinta, en ellos la tensión crece, empezamos a atar cabos, y el final es de órdago.
En la película son más que evidentes las influencias de los primeros gialli de Mario Bava y Dario Argento, además las tenemos de aquellos títulos del genero dirigidos por Umberto Lenzi, en el que diversos personajes adinerados luchaban por un objetivo, con tramas donde los celos, las envidias y la lucha por el dinero eran comunes. Pero también son claras las del cine de Alfred Hitchcock, del clásico “Las diabólicas” (Les diaboliques – Henri-Georges Clouzot, 1955) y de “Blow-Up (Deseo de una mañana de verano)” (Blowup - Michelangelo Antonioni, 1966), especialmente en la escena del parque.
A la cinta de Martino no le falta ni uno solo de los elementos que dieron fama al género en aquella época, y que aún hoy en día lo hacen disfrutable: trama enredosa, asesinatos sanguinolentos, sospechosos varios, investigación policial, navajas de afeitar, tensión, desnudos femeninos, una banda sonora notable a cargo de Nora Orlandi, y un final increíble. En las ediciones en vídeo que tuvo en nuestro país fue masacrada salvajemente, siendo cortada de manera exagerada. Afortunadamente fue emitida por algún canal televisivo de manera íntegra, con todos los minutos doblados.