Escrito por ROBERT GARCIA
Como todos sabéis, uno de los componentes esenciales del cine es la música. Las distintas composiciones empleadas en una película hacen mejorar a esta, o hacerla más insoportable en el caso de que sea un film pésimo. El giallo no iba a ser menos, y en los distintos títulos del género han sido más los casos positivos que los negativos.
Realizar un dossier en el que se estudien todas las bandas sonoras en el mundo del giallo es sumamente complicado, en las siguientes líneas solo pretendo rendir un pequeño tributo a cuatro compositores, habituales dentro del género: Ennio Morricone, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani y Bruno Nicolai.
Como todos sabéis, uno de los componentes esenciales del cine es la música. Las distintas composiciones empleadas en una película hacen mejorar a esta, o hacerla más insoportable en el caso de que sea un film pésimo. El giallo no iba a ser menos, y en los distintos títulos del género han sido más los casos positivos que los negativos.
Realizar un dossier en el que se estudien todas las bandas sonoras en el mundo del giallo es sumamente complicado, en las siguientes líneas solo pretendo rendir un pequeño tributo a cuatro compositores, habituales dentro del género: Ennio Morricone, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani y Bruno Nicolai.
Ennio Morricone nacía en Roma, el 10 de noviembre de 1928. Siendo niño empezó a tocar la trompeta, estudiando el instrumento con tan solo nueve años. Tres años después ingresaba en un conservatorio, para estudiar armonía. En 1946 comenzó a trabajar profesionalmente hasta que a finales de los cincuenta empezó a involucrarse en el cine.
Ha compuesto la banda sonora de más de 500 películas y series de televisión, más de 20 de esos títulos han recibido galardones. Ha recibido dos premios Grammy, dos Globos de Oro, cinco Bafta, diez David de Donatello, once Nastro d´argento y el Premio de Música Polar, además del Oscar honorifico por sus contribuciones en el arte de la música de cine.
Podría destacar muchas bandas sonoras de su carrera, pero evidentemente las realizadas para las películas de su amigo Sergio Leone son de las más famosas, Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), El bueno, el feo y el malo (1966), Hasta que llegó su hora (1968) y Erase una vez en América (1984). Se pueden destacar también las piezas realizadas para La misión (Roland Joffé, 1986), Los intocables de Eliot Ness (Brian de Palma, 1987) o Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988). La lista es interminable.
Los gialli más representativos a los que Morricone puso las notas musicales son los siguientes:
1971: Catalepsia / La corta noche de las muñecas de cristal (La corta notte delle bambole di vetro)
1971: 4 moscas sobre terciopelo gris (4 mosche di velluto grigio)
1971: 4 moscas sobre terciopelo gris (4 mosche di velluto grigio)
Riziero "Riz" Ortolani nacía en Pésaro, el 25 de marzo de 1926. A comienzos de los años 50, fundó un grupo de jazz que alcanzo cierta fama en su país. Mediada la década empezó a meterse en la composición de bandas sonoras, dando el pelotazo con las notas escritas para el mondo Este perro mundo (Paolo Cavara y Gualtiero Jacopetti, 1962), con la que fue nominado a los Grammy y los Oscar.
Fue autor de más de 200 bandas sonoras, entre las que se pueden destacar muchas: La escapada (Dino Risi, 1962), Danza macabra (Antonio Margheriti, 1964), Adiós África (Paolo Cavara y Gualtiero Jacopetti, 1968), Requiescant (Carlo Lizzani, 1967), Los secretos de la Cosa Nostra (Terence Young, 1972), Miedo al escándalo de una mujer casada (Salvatore Samperi, 1976), Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1980)... como en el caso de Morricone, la lista sería interminable. Desgraciadamente, Ortolani nos dejaría el pasado 23 de enero de 2014 falleciendo en la ciudad de Roma.
Para disfrutar de sus composiciones en el gialli, podemos hacerlo en los siguientes títulos:
1973: Siete muertes en el ojo del gato (La morte negli occhi del gatto)
Stelvio Cipriani nacía en Roma, el 20 de agosto de 1937. Pese a que ni sus padres ni sus antepasados fueron músicos, su fascinación por este arte le viene desde niño, solía acudir a una iglesia para oír el órgano, y un sacerdote fue quien le dio las primeras lecciones de música, animándolo a él y a su familia para que estudiara, así Cipriani entro a estudiar en el Conservatorio con tan solo 14 años.
En 1966 realiza su primera banda sonora, y lo hace para El precio de un hombre (Eugenio Martin, 1967), le seguirían más de 200 trabajos, entre los que destacan las notas compuestas para Anónimo veneciano (Enrico María Salerno, 1970), La policía agradece (Steno, 1972), Trágica ceremonia en villa Alexander (Riccardo Freda, 1972), El medallón ensangrentado (Massimo Dallamano, 1975), Tentáculos (Ovidio G. Assonitis, 1977), La invasión de los zombis atómicos (Umberto Lenzi, 1980)... Su labor llega hasta nuestros días, datando sus últimos trabajos del 2013.
En lo que al giallo se refiere, que es lo que más nos interesa en este dossier, podemos oír sus fabulosas composiciones en los siguientes títulos:
Bruno Nicolai nació en Roma, el 26 de mayo de 1926. Realizo estudios de piano, órgano y composición musical en el conservatorio de Santa Cecilia de su ciudad natal, donde curiosamente conoció a Ennio Morricone, los dos serian amigos, colaborando en diversas bandas sonoras. Nicolai realizaba arreglos y dirigía muchas de las obras de Morricone durante las décadas de 1960 y 1970. No solo de este, también dirigió numerosas bandas sonoras compuestas por Carlo Rustichelli, Luis Bacalov o Nino Rota.
Compuso también música de cámara, para orquesta sinfónica, fue profesor de armonía y composición, director de la casa editorial musical "Edipan" de Roma, y fundó y dirigió la revista "La música", especializada en música contemporánea. Nicolai compuso más de cien bandas sonoras para el cine y la televisión, podríamos destacar muchísimas, pero dejadme hacerlo con las realizadas para películas de Jesús Franco; Lucky el intrépido (1967), 99 mujeres (1969), El Conde Drácula (1970), Vuelo al infierno (1971), Drácula contra Frankenstein (1972), Virgen entre los muertos vivientes (1973), Eugenie (1974) o Los amantes de la isla del diablo (1974), entre otras.
Falleció con tan solo 65 años, pero por supuesto también dejo majestuosas piezas musicales en el giallo: