Reseña realizada por ROBERT GARCIA
TITULO ORIGINAL: Spiando Marina
TITULO EN ESPAÑA: Espiando a Marina / La sonrisa del zorro
IMDB: Pinchar aquí
AÑO DE PRODUCCIÓN: 1992
DIRECTOR: Sergio Martino
REPARTO: Debora Caprioglio (Marina Valdez)
Steve Bond (Mark Derrick)
Sharon Twomey (Irene)
Leonardo Treviglio (Hank)
Pedro Loeb (Steinberg)
Raffaella Offidani (Prostituta)
Martín Coria (Indio)
EDICIONES ESPAÑOLAS EN VÍDEO: Filmax Home Vídeo
EDICIONES ESPAÑOLAS EN DVD: -----
SINOPSIS: El ex-agente de policía Derrick llega a Argentina para cumplir un trabajo, matar al jefe de una banda de narcotraficantes. Derrick espera en un apartamento las órdenes para matar al capo y allí va observando a su vecina, una bellísima mujer a la que va espiando mientras hace el amor con otro hombre, poco a poco se va obsesionando, hasta que un buen día se conocen y se enamoran. Pero no todo es tan sencillo, Marina no puede dejar a su amante anterior, tanto ella como Derrick deben olvidar los demonios del pasado...
COMENTARIO:A estas alturas, y después de aparecer ya reseñas de todos sus gialli en el blog, no creo que Sergio Martino necesite más presentaciones. En una de sus últimas incursiones en el thriller cuenta con dos protagonistas principales, por un lado el soso Steve Bond, nacido en Israel y con un historial donde abundan los pequeños papeles, o las apariciones en capítulos sueltos de distintas series de televisión, y por el otro la guapa Debora Caprioglio, que apareció en títulos como La máscara del demonio (Lamberto Bava, 1989) o Los burdeles de Paprika (Tinto Brass, 1991), para acabar como su compañero en la película, trabajando para ínfimos productos televisivos.
Hay muchas películas de las que uno puede salvar alguna interpretación, aunque sea un título infumable. No es el caso, esta es mala, muy mala, y lo poco que se puede destacar de ella son los continuos desnudos de la Caprioglio, amén de los últimos cinco minutos de metraje, en los que hay un giro de guion sorpresivo. El resto de metraje son casi noventa minutos de un aburrimiento supino, con algo de erotismo y distintos flashbacks donde vemos el dramático pasado del policía al que interpreta Steve Bond.
Por si fuera poco, la historia viene acompañada de una banda sonora que aburre a las ovejas. En definitiva, estamos ante uno de los muchos títulos que nos demuestran que en esta época el giallo andaba ya muy lejos de sus años de esplendor. Huya de ella, huya, y no mire atrás, no sea que le persiga.